El mercado inmobiliario ha mejorado año con año y los agentes inmobiliarios han evolucionado siendo personas capacitadas y preparadas no sólo para “vender una casa” sino para ser los mejores en ayudar a más personas a encontrar un hogar.
Las mejores prácticas de los agentes inmobiliarios exitosos son:
- Establecer una relación de confianza con sus clientes, de modo que se acerquen a pedir su consejo y no se sientan obligados a realizar una compra de algo que no les gusta ni desean
- Tener cualidades únicas que le ayuden a ir a trabajar siempre con una sonrisa: optimismo, pasión por su trabajo, capacidad de escuchar, constancia, perseverancia.
- Tener estrategias actuales, modernas; lo que le funcionaba a los agentes inmobiliarios de hace 10 años no funciona ahora ya que el mercado y sus reglas han cambiado radicalmente.
- Renovarse, reinventarse, recurrir a recursos tecnológicos como redes sociales, videos virales, etc., la publicidad en mantas, lonas o folletos no bastan; la tecnología nos brinda herramientas fáciles que dan frutos sin invertir mucho dinero ni esfuerzo.
- Exponer imágenes o fotos claras, sin elementos que estorben la visibilidad del inmueble a vender.
- Atender al cliente con más que simple orientación, acercarse, ser su amigo, buscarlo sin miedo hasta obtener una respuesta clara de su parte.
- Visualizar las ventas en un tiempo real, sin plantearse metas injustificadas o exageradas.
- Centrarse en las personas, no en los inmuebles a vender.
- No darse por vencido. Saber que la mayoría de las metas se consiguen a la quinta llamada es motivante, no hay que rendirse con el primer “NO”.
- Un buen asesor no tiene miedo, reconocer su propio valor y hablar claro al cliente indeciso les da una ventaja sobre otros agentes.
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