Comprar una propiedad por medio de un remate hipotecario bancario o judicial no es una opción que sea muy conocida entre los compradores, no obstante, existen oportunidades de hallar una casa en remate confortable y en buenas condiciones mediante este tipo de ofertas.
Un remate hipotecario, resumidamente, es el proceso de poner en subasta pública el inmueble de un propietario que no pudo pagar el monto debido a una institución financiera. Dependiendo de la entidad que se encargue del remate, se pueden dividir estas subastas en remates bancarios y remates judiciales.
Cabe aclarar que, en el caso de que el inmueble no esté libre de gravámenes, el postor ganador en realidad no compra el inmueble, más bien, adquiere los derechos crediticios o litigiosos de la propiedad, por lo que, para ser dueño indiscutible de la vivienda o percibir el monto crediticio, tendrá que ganar su adjudicación en otro proceso.
La ventaja de acudir a remates inmobiliarios recae, sobre todo, en los precios verdaderamente cómodos que se puede hallar, aunque el lado negativo sea que no es posible, por ley, recurrir a créditos bancarios o al Infonavit, por lo que el interesado tendrá que financiar la totalidad del monto por su cuenta.
Si su intención es rentar y no comprar, el Infonavit ha creado un programa llamado Arrendavit, a través del cual se podrá pagar una renta económica por un inmueble que el Infonavit logró obtener gracias a un remate hipotecario.
Remate judicial
Las casas en remate judicial son responsabilidad de jueces que las ofrecen en almonedas y, por lo tanto, estas propiedades suelen incluir escrituras avaladas por autoridades judiciales para dar fe de la adjudicación del inmueble. En este caso, no se adquieren los derechos de propiedad, sino la propiedad en sí.
Es importante indicar que en estas subastas no es posible visitar los interiores de la casa antes de adquirirla, por lo que se tendrá que intentar conocerla por medio de fotografías o a través de plantas del edificio.
Remate bancario
En relación a las casas en remate bancario, la entidad encargada de realizar la subasta es el banco que decide poner en venta la propiedad que le pertenecía a un deudor hipotecario. Para saber qué tipo de propiedades se hallan en oferta, basta con aproximarse a uno de estos bancos y, así, se podrá tener toda la información en relación a estas subastas.
En los remates bancarios es común encontrar inmuebles con menos riesgos de litigios ya que la persona que adquiere un hogar por este medio se torna el titular de los derechos habitacionales.
Es recomendable hacerse acompañar y aconsejar de un agente inmobiliario que esté informado debidamente sobre el proceso que se lleva a cabo en este tipo de remates.
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