Es importante tener en cuenta determinados consejos de seguridad para los bebés que empiezan a caminar, para que en esta nueva etapa todo transcurra sin sobresaltos en la medida de lo posible, es importante adecuar nuestro hogar a las necesidades de los niños y facilitarles un tránsito seguro por el mismo.
A continuacion algunos consejos:
- Caminar no es una habilidad que se domine de un día para otro. Los bebés que dan sus primeros pasos necesitan de nuestro acompañamiento y supervisión durante semanas hasta que aprendan a desenvolverse mejor de pie.
- Los andadores, que están desaconsejados para aprender a caminar por el alto riesgo de accidentes que conllevan, pueden seguir volcando, causando caídas y lesiones en esta etapa.
- Las puertas y escalones ya no son obstáculos para ellos (de hecho, ya no lo eran durante el gateo). Se han de asegurar las puertas cerrándolas si no queremos que el bebé entre en determinadas estancias en un momento de descuido. Se ha de poner vallas de seguridad en las escaleras.
- Si utilizamos taburetes bajos o escalones plegables para facilitarles sus pequeñas tareas ahora que se mantienen en pie (lavarse las manos, lavarles los dientes), hemos de llevar cuidado en que no se suban a ellos si no estamos presentes, guardándolos si no le estamos dando uso.
- Cajones y armarios ya están a su alcance. Si no queremos emplear cierres de seguridad en armarios y estanterías habremos de asegurarnos que no hay nada peligroso en su interior.
- En relación al punto anterior, hay que comprobar que los objetos potencialmente peligrosos como los punzantes o cortantes, los alambres, los cordones, las tijeras, los cuchillos… no están al alcance del niño. También es fundamental acordarnos siempre de guardarlos en lugar seguro una vez los hemos utilizado.
- Las bolsas de plástico y los objetos pequeños como botones, pilas, canicas o las piezas pequeñas de los juguetes no han de dejarse al alcance de los niños pequeños.
- Los niños pueden tirar de los manteles que cuelgan de las mesas, echando al suelo (o, lo que es peor, encima de ellos mismos) todo el contenido.
- Los enchufes constituyen una fuente de atracción para los bebés y niños. Hay que cubrir los que estén a su alcance para evitar accidentes, incluidos los de las regletas.
- Junto a los enchufes, se ha de controlar el resto de fuentes de calor en el hogar: los radiadores han de llevar protectores, las estufas no estar a su alcance, los utensilios de cocina y comidas calientes en lugares en los que no puedan volcarlos, evitar cerillas o encendedores…
- No se ha de dejar nunca al bebé solo en la bañera o en lugares elevados, como cambiadores, camas o mesas de cambiar pañales. Se debe mantener en todo momento una mano sobre el niño para evitar caídas.
- El peligro de envenenamiento en el hogar también aumenta en esta etapa. Tanto en el caso de los medicamentos como de los productos de limpieza, las plantas y las bebidas o productos con alcohol es importante que se dejen fuera del alcance de los niños, en armarios altos o cajones cerrados.
- Es recomendable que el lugar de casa en el que los niños estén más tiempo (donde jueguen…) haya una alfombra para amortiguar las posibles caídas, aparte de hacerles más cómodo si andan descalzos en alguna ocasión.
- Si dejamos a otras personas a cargo de nuestros hijos hemos de asegurarnos de que conocen todas las normas de seguridad para evitar accidentes.
- Cuando visitamos otras casas y espacios cerrados, es probable que no estén acondicionados y se incumplan algunas de las recomendaciones anteriores, por lo que habremos de estar atentos a cada paso del bebé.
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