1. Mentalízate
Por no decir, resígnate, el tiempo pasará rapidísimo, si lo tomas menos optimista el tiempo se te pasará más lento. Recuerda que es pasajero, respira profundo y recuerda que sólo cada año se dan estas circunstancias, hoy por ellos, mañana por ti.
2. Habla con tu familia
Antes de que lleguen tus huéspedes o aprovecha cuando se vayan a turistear, habla con tu familia, diles que en estos días serán un equipo y que todos deben cooperar.
3. Organiza lo básico
Evítate retrasos al trabajo, platiquen familia y huéspedes de los horarios del baño o de otras necesidades que surjan.
4. Fija horarios
El desayuno, la comida o la cena son lo momentos donde se pueden dar charlas muy agradables, así que aprovecha estos momentos para convivir, la pasarán bien juntos y aprovecharás el tiempo.
5. Déjate ayudar
Sabemos que no querrás que tus invitados muevan un dedo y querrás ser tú la única que lave todos los platos, pero si tu cuñada o sobrina se ofrecen, tómales la palabra, divídanse la tarea y quédate con ella en la cocina a secar los trastes para que sea más fácil, rápida y llevadera la tarea.
6. Que tengan un espacio
Seguro te estresarás si ves maletas, ropa o tenis, mal puestos, aunque tu casa sea pequeña, procura que todos tengan un lugar para acomodar su equipaje, si tienes oportunidad desocúpales un clóset.
7. Habla
Si algo no te gustó, habla, con toda confianza, comenta a tus huéspedes cuáles son las cosas que en tu casa no están permitidas.
8. Saca al perro a pasear
No te quedes en tu casa haciéndote cargo de las labores domésticas, date tu tiempo, regálate el paseo del perro para ti sola y toma un respiro.
9. Agradece
Cuando te llegue la desesperación por no poder pasar al baño a tus anchas, ver tu mesa regada, o te sientas muy candada, agradece lo que está ocurriendo, perder un poco la paz en tu casa no significa que se vaya la armonía de tu hogar, así que baja un poco la guardia del orden.
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