Al rentar un inmueble es muy común que por diferentes circunstancias una persona que en principio parece confiable y ofrezca todas las garantías deje de pagar la renta.
Primero que nada habría que revisar las condiciones del contrato de arrendamiento, usualmente este debe especificar que pasa en este tipo de situaciones, como por ejemplo la cancelación del contrato y desocupación del inmueble después de un periodo de no pago, o la posibilidad del cobro de los adeudos a un tercero (fiador o aval).
Lo más importante es atender esta situación en cuanto se presente para que un problema de no pago no se haga grande (recordemos que usualmente se tiene 1 o 2 meses de renta como depósito de garantía y esto puede compensar una situación de no pago), conservar una buena relación con el inquilino para a la brevedad recuperar el inmueble y los pagos atrasados. El inmueble en renta es más valioso que 1 o 2 meses de renta atrasadas y desafortunadamente un problema legal por la demanda de un contrato de arrendamiento puede llegar a ser largo, costoso y desgastante para ambas partes, por lo que ante una situación de no pago de renta lo más importante es recuperar el inmueble en renta a la brevedad.
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