Por diferentes motivos, muchas viviendas en presentan fallas que les producen deterioros de diversas magnitudes y a veces su destrucción.
¿Las paredes se han agrietado?, ¿Los pisos se están hundiendo?, ¿Se escuchan crujir las paredes y pisos?.
Para poder entender de donde proviene el efecto, es importante identificar la causa, las cuales pueden dividirse en cuatro grandes grupos:
- Las que se derivan de un defecto del proyecto.
- Las originadas por un defecto de ejecución.
- Las motivadas por variaciones en el proyecto inicial.
- Las derivadas de una variación en las condiciones del entorno de la estructura.
Las dos primeras corresponden a actuaciones que no deberían ocurrir si la obra se proyectó y construyó correctamente. Sin embargo, resultan muy frecuentes en la práctica habitual.
En cuanto al tercer punto, es quizás el único que no es previsible de antemano, dado que supone un cambio sustancial en la idea original de la obra, ya sea por el incremento de altura del inmueble, excavación de nuevos sótanos, aumento de sobrecargas por cambios de uso, etc.
Pero sin duda, la principal causa de fallas en las construcciones se genera por variaciones del entorno de la estructura: deslaves de tierra, vibraciones cercanas, humedad del subsuelo, explotacion de nuevos terrenos, terreno mal compactado.
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