El desarrollador juega un rol muy importante y es el protagonista de un proyecto inmobiliario, ya que coordina los roles de distintos actores, como
inversionistas, arquitectos, gerentes de obra, abogados, brokers, banqueros, entre otros.
El arquitecto asume un papel que mediante su trabajo de diseño y supervisión impacta en el resultado de eficiencia en los espacios y en la estética del producto.
Para estos profesionistas la calidad de construcción es sumamente importante ya que su prestigio está en juego. Al seleccionarlos es necesario evaluar su trabajo previo, conocimiento del mercado
local y medir su flexibilidad y apertura a explorar alternativas de espacios para lograr los objetivos buscados en el proyecto.
Los inversionistas de un proyecto enfocan su atención en la rentabilidad que obtienen por su capital, por lo general juegan un rol pasivo y buscan en todo momento
que su inversión les reditúe más que otras alternativas con riesgos similares.
Los brokers o corredores inmobiliarios actúan como intermediarios entre compradores y vendedores de una propiedad o proyecto. De su colaboración activa depende en
gran medida el éxito de los ingresos de un proyecto. En la medida de lo posible es conveniente involucrarlos desde la concepción de un proyecto para aprovechar su conocimiento del mercado en el
diseño del producto.
Los constructores y demás contratistas fungen como proveedores y buscan ejecutar en gran medida sus trabajos en forma acelerada y al menor costo posible y con
esto generar ganancias en sus empresas.
Un administrador de inmuebles es la persona o empresa que mediante un plan de administración supervisa la operación diaria de un activo inmobiliario y se
involucra en cuidar las relaciones entre los inquilinos.
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