Cuando un cliente pasa por una época de gastos importantes se plantea la posibilidad de aplazar la hipoteca. Pero una tregua con el banco no es gratis. Durante el periodo de carencia (que puede ir desde los tres meses hasta los cinco años) el cliente tendrá que sumar al importe que queda por pagar un gasto en concepto de intereses.
El aplazamiento de la hipoteca puede realizarse de varias maneras.
- Se amortiza solo el capital.
- Se hace frente solo a los intereses.
- No se paga nada (la opción más costosa).
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