Cuando una persona deja de pagar puntualmente un crédito hipotecario, la institución hipotecaria por ley puede reclamar la propiedad y ponerla bajo un proceso de remate, con el cual recupere el restante del crédito otorgado.En este remate, se le conceden los derechos de la hipoteca a un tercero, quien deberá seguir un procedimiento legal para convertirse en el nuevo propietario.Las viviendas con remate hipotecario pueden disminuir su precio hasta 60% de su valor real y conservar e incluso aumentar su plusvalía una vez que se haya liberado la deuda. No obstante, para llegar a esto, se debe esperar en promedio un año a que se resuelva la situación jurídica del inmueble.
¿Cómo obtener una propiedad en remate hipotecario?
Todas las propiedades que entran en conflicto legal se ponen a disipación de un juzgado que procederá a venderlas mediante una subasta pública. Para participar, los interesados deberán hacer un depósito en Bansefi de 10% del valor publicado y realizar una oferta de manera privada. El nuevo propietario será quien oferte la mayor cantidad y deberá pagar el monto completo en los próximos cinco días hábiles al cierre de la subasta.
Es importante tener presente que en este proceso también se deberán cubrir los gastos del litigio, así como los abogados y notarios que participen, sin olvidar las deudas pendientes de servicios. Además, será imposible visitar la propiedad y conocer sus condiciones, ya que, por lo regular, estas aún se encuentran ocupadas por el deudor.
Un juicio suele tener una duración de ocho meses a más de 2 años pero, al finalizar, la vivienda es entregada al nuevo propietario libre de todo problema legal, incluye embargo, secuestro, gravámenes y afectaciones ocasionadas.Para conocer la oferta de remates hipotecarios, revisa los edictos judiciales de tu localidad.
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