Cuando una agencia inmobiliaria formaliza un contrato de exclusividad con un vendedor, se compromete a aportar todos sus recursos disponibles para vender la vivienda en el menor tiempo posible. Por tanto, es una muy buena opción para acortar los plazos de venta de los inmuebles.
La agencia también ayuda al vendedor a definir el precio de venta de la vivienda basándose en estudios de mercado y en estrategias de promoción para que así, las posibilidades de venta a corto plazo sean mayores. Además, la inmobiliaria se encarga de gestionar los contratos previos a la venta, de mantener el contacto con la notaría, de obtener la cédula de habitabilidad y de todos los trámites implícitos en la venta de una vivienda; algo que le permite al vendedor “desentenderse” del proceso de venta hasta que este se haya dado por finalizado y se requiera su firma o presencia.
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