
La enajenación de bienes inmuebles se refiere a la acción de vender una propiedad, transmitiendo el derecho real a otra persona, ya sea de forma onerosa o lucrativa. La transferencia de dicho derecho puede ser total o parcial, en la que su entrega puede pasar en forma de compraventa, donación o renta.
¿Cuáles son los tipos de enajenación?
Enajenación a título oneroso
En este tipo de enajenación, genera un compromiso reciproco entre las partes, naciendo derechos y obligaciones que se deriva del acto que se va a celebrar.
De esta manera, se obtiene una ganancia económica si se estipula así o algún otro derecho real. En esta clase de enajenación se encuentran la compraventa, venta, permuta y contratos de arrendamiento.
Enajenación voluntaria
Esta acción se realiza cuando se deriva de la voluntad propia del dueño de un bien inmueble, recibiendo diferentes ofertas y ejecutando una negociación respectiva según el caso.
Enajenación a título gratuito
En este acto, una persona se obliga o dispone de un derecho con una intención generosa, es decir, que en el momento que se celebre el acto, solamente una de las partes asume el cumplimiento de las prestaciones y libera al otro de cualquier obligación.
Cuando se realiza la enajenación a título gratuito, no se recibe alguna remuneración económica. Este es el caso de las donaciones, el testamento o las cesiones.
Enajenación obligatoria
Esta clase de enajenación se lleva a cabo por una orden de un juez o inducida por algún abogado durante el proceso de negociación. Un claro ejemplo de esta enajenación puede ser la entrega de un bien inmueble como pago de una deuda.
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