Al momento de comprar una propiedad en un fraccionamiento privado, o semi-privado, asumimos el compromiso de pagar cuotas de mantenimiento. El fin principal de estas cuotas es el de proporcionar a tiempo los servicios que mantienen en buen estado el conjunto residencial, tales como jardinería, limpieza y seguridad, etc. Si la colonia en la que elegiste vivir tiene muchas amenidades, tales como areas verdes, palapa, gimnasio, alberca, es probable que las cuotas sean mayores a aquellas en donde existan pocas áreas comunes a atender.
Es normal encontrar vecinos que no están de acuerdo y que no pagan la cuota de mantenimiento, algunas de las razones más frecuentes son la de considerar que el costo es elevado, o creer que el administrador no distribuye o gestiona los recursos de manera apropiada. Aunque cada vecino tiene derecho a emitir una opinión y someter a consideración de la Mesa Directiva sus puntos de desacuerdo respecto a este tema, es muy importante que los pagos se ejecuten a tiempo.
Si percibimos la cuota de mantenimiento como una inversión, más que como un gasto, podremos identificar las oportunidades que nos brinda: el recurso económico en común permite que el conjunto residencial mantenga una buena imagen en sus áreas comunes, que esté limpio y vigilado, lo que aumenta la plusvalía de tu patrimonio.
Es cierto que no siempre la administración en turno ejecuta sus funciones según la expectativa que cada vecino tiene. Puede ser real que el dinero no sea utilizado ni racionado de forma debida, o que la persona a cargo no cuente con las competencias necesarias, quizá por no tener la profesionalización que requiere el cargo; pero es un hecho que al ser partícipe de los pagos de mantenimiento se tiene el derecho a pedir todas las modificaciones necesarias para que se cumpla con el fin principal de las cuotas, según lo marca el reglamento; quien no aporta, tampoco tiene derecho a recibir los beneficios que otorga su privada, y su voz no puede ser escuchada.
Promovamos una cultura de participación ciudadana que incluya, por supuesto, el pago a tiempo de las cuotas de mantenimiento. Recordemos que fue una opción totalmente voluntaria la que hicimos cuando elegimos vivir en una zona privada, y que recibimos los beneficios que esto conlleva pero también asumimos las responsabilidades que implica.
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